Magdalenas de mandarina con pistacho y chocolate blanco / Mandarin, pistachio and white chocolate muffins
Hasta hace poco estaba convencida de que la cocina salada me resultaba mucho más fácil que la dulce. Pero estoy empezando a pensar que ya no. Esta semana intenté preparar una croquetas un poco especiales para el blog, resultado: DESASTRE. Sí, en mi cocina, como en la de todos también hay intentos fallidos, muchos. Pero siempre hay un roto para un descosido.
I always thought that I cook savory dishes better that the sweet ones. But I´m starting to change my mind. This week I tried to prepare a special type of Croquette for the blog and it ended up being a complete DISASTER. In my kitchen as in every kitchen there are also failed attempts, many. But no rip lacks for a patch.
Al parecer soy incapaz de dar con las proporciones para la bechamel, siempre me queda demasiado líquida. Esta vez pensé, ¡ uy que espesa me ha quedado, esto va a ser como hormigón !... Ilusa de mí... Más de uno se hubiera muerto de risa al ver mi bechamel, "espesa". Y claro, como la masa no estaba como debía, no había forma humana de envolverlas. Aún así Jose se empeñó en que friéramos esas cosas informes que parecían de todo menos algo comestible. Liamos una... toda la cocina llena de humo y para evitar que saltase el detector de incendios ( un cacharrito precioso que es obligatorio en todas las viviendas en Alemania) no se me ocurrió otra idea que abrir las ventanas de la cocina de par en par, total es octubre, ya no hay bichos... Otra vez fui un ilusa, sí, aún hay bichos, doy fé. Entró un polilla negra, enorme, extraterrestre ( José tiene la teoría que los insectos no vienen del mismo planeta que las personas). Nos teníais que ver a los dos, armados con un palo de plumero, un trapo y una bolsa intentando echar a la dichosa polilla. Lo peor de todo...no fuimos capaces, todavía está oculta en algún rincón. Así que tenemos la cocina en cuarentena durante un mes que es lo que google dice que viven las polillas, a la espera de encontrárnosla un día.
It seems I´m unable to find the right proportions for the bechamel, it is always to runny. This last time I said to my self, ups! I think is too thick! Many would laugh out loud at my "thick"bechamel. As the dough didn´t have the right consistency, there was no way to shape it. But even though, José insisted in frying this unshaped balls that didn´t look eatable at all. It was a huge mess, the whole kitchen was submerged into smoke, and to avoid the smoke detector to activate, I had no better idea that fully open the windows. It is autumn, I thought, there are no insects anymore. How wrong I was! There are still insects, I can prove it. A huge, black moth dropped into the kitchen. You would have seen us, trying to take it out with a duster and a plastic bag. Worst thing, we didn´t manage, it might be hidden somewhere in the kitchen. So we have the kitchen under quarantine for a month ( that´s what Google say a moth can live), waiting for it to appear.
Y os preguntaréis ¿ y qué tienen que ver unas croquetas fallidas y una polilla con unas magdalenas de mandarina? Pues tienen que ver en que fueron la solución a una tarde desastrosa. Conclusión, no hay nada que un dulce no arregle.
You might wonder and which is the relation among the failed croquettes and a moth with mandarin muffins?. The muffins were the solution to a horrible evening. Conclusion: there is nothing than a sweet treat can not fix.
Así que a este paso me voy a convertir en una experta repostera, con el miedo que le tenía yo al horno y vamos a terminar siendo íntimos.
Estas magdalenas son muy fáciles y diferentes. No son tan fáciles con la Tarta de zanahoria, pero casi! Además son una forma de comer fruta sin enterarte. Hay que comer mandarinas, son buenas contra los resfriados tan típicos del otoño, para la anemia, para el colesterol, una maravilla vamos.
So if it keeps like that I´m going to become an expert baker, me, who would say it! Now the oven and I are starting our particular love story.
These muffins are as easy as original. They are not as super easy as the Carrot Cake but almost! Also it is a way to eat fruit in a even more delicious way. You have to eat mandarins, they are source of Vitamic C, reduce colesterol, are good for the anaemia, they are wonderful indeed.
Si os gustan las magdalenas o cupcakes como se llaman ahora, no os podéis perder tampoco estas magdalenas de chocolate con mascarpone al limón, impresionantes.
Aquí os dejo la receta, ya me diréis si tengo razón al decir que están ricas, ricas.
If you like muffins you have to try these chocolate and lemon mascarpone cupcakes, really good stuff...
Here is the recipe, please let me know how do you like them.
Marta
Receta de magdalenas de mandarina con pistacho y chocolate blanco / Mandarin, pistachio and white chocolate muffins
Ingredientes para 10 magdalenas / Makes 10 :
- 350g de gajos de mandarinas sin pepitas / 350g seeded mandarin segments
- la ralladura de la piel de 1 mandarina / 1 mandarin grated zest
- 300g de harina / 300g plain flour
- 2 cucharas de café de levadura / 2 tsp baking powder
- 2 cucharas de café de canela en polvo / 2 tsp ground cinnamon
- 120g de azúcar moreno / 120g brown sugar
- sal fina / fine salt
- 4 huevos grandes / 4 large eggs
- 120g de mantequilla derretida / 120g unsalted butter, melted
- 140g de pistachos, sin cáscara y troceados bastamente / 140g pistachios, shelled and coarsely chopped
- 75g de chocolate blanco cortado en trocitos / 75g white chocolate coarsely chopped
Preparación / directions:
Precalienta el horno a 180ºC.
Corta 10 cuadrados de 10x10cm de papel de horno y colócalos en un molde para hacer magdalenas.
Corta los gajos de mandarina en 2 ó 3 partes y resérvalos.
Tamiza la harina, levadura, canela, azúcar y una pizca de sal en un bowl grande y mézclalo todo bien.
En otro bowl bate los huevos ligeramente y añade la mantequilla derretida y la ralladura de piel de mandarina. Ahora vierte esta mezcla líquida sobre los ingredientes secos del otro bowl. Mézclalo bien con la ayuda de una cuchara de madera.
Añade los gajos de mandarina y los pistachos, reservando un puñado de ambos para decorar, y todo el chocolate blanco. Mézclalo todo bien. El resultado será una masa espesa y pegajosa.
Vierte la masa con la ayuda de una cuchara en el molde para hacer magdalenas. Rellena cada agujerito casi hasta el borde ( ojo, no hasta el borde del papel, que si no se te va a salir por todas partes!). Echa por encima los gajos y pistachos que habías reservado y hornéalo a 180°C durante unos 25-30 minutos, o hasta que lo pinches con un palillo de madera y éste salga limpio. Es importante que el horno esté precalentado.
Déjalo reposar un poco en el molde y luego pasa las magdalenas a una rejilla hasta que se enfríen y listo!
Bon appètit!
Preheat the oven to 180ºC.
Cut out ten squares of greaseproof paper and use to linen the holes of a muffin tin.
Cut the mandarin segments into 2-3 pieces and set aside.
Sift the flour, baking powder, cinnamon, sugar and a pinch of salt into a large bowl and stir to combine.
Lightly whisk the eggs together in another bowl. Stir in the melted butter and the mandarin zest. Then pour this mixture into the dry ingredients and combine with a wooden spoon.
Set aside a handful of mandarin pieces for the garnish and add the rest along with 2/3 of the pistachios and the chocolate. Gently fold everything together. The dough should be very thick and sticky.
Spoon the batter into the lined muffin holes and top each with the mandarin segments and pistachios. Bake for 25-30 minutes, or until a skewer inserted in the centres comes out clean and almost dry. Leave the muffins cool slightly in the tin before lifting out onto a wire rack to cool completely.
Bon appètit!
Receta inspirada en el libro What Katie Ate / Recipe adapted from What Katie Ate Book
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